Da click aquí para ver la galería de fotos completa.
San Miguel de Allende es un lugar en donde convergen mexicanos de todas partes de la República y un destino turístico apremiado por las agencias de viajes nacionales e internacionales que siempre recomiendan este paraíso colonial en el Estado de Guanajuato.
Este pueblo mágico ha sido cede de diversos eventos culturales para las distintas formas de arte. Recorrer este lugar provoca sentimientos que solamente surgen cuando se está sumergido en un ambiente de tranquilidad y creatividad. La danza, pintura, escultura y arquitectura convierten este pueblo en un escenario folclórico surreal, y por supuesto no podía quedar fuera la música.
El 7 de julio de 2018, San Miguel de Allende se convirtió en la cede del Mikaella: Music + Arts Fest. El punto de reunión fue en Hacienda los Arcángeles, a tan solo 2 kilómetros de la Parroquia de San Miguel del Arcángel, dividida en 2 zonas con diferentes ambientes.
El espacio más amplio fue otorgado a la primer zona, en donde sillones y periqueras permitieron a los asistentes encontrar espacios para pasar el rato. Aquí se colocaron diversas barras y ofertas gastronómicas variadas. El Herradura Stage amenizó la tarde y parte de la noche con la música de Leiden, Elliot the Furniture, Peter Moore y, Aveparadiso, entre otros.
Durante toda la tarde se vivió un ambiente agradable con mucha música, comida y bebida, y con la oportunidad de “dar el rol” por los stands con aún más propuestas gastronómicas y diversas marcas comerciales que ofrecieron diferentes tipos de artículos.
En el interior de la hacienda se colocó la segunda zona (zona V.I.P.). Esta zona estuvo reservada para el Rodhesia Stage, cuyo espacio ofreció una propuesta de música electrónica variada con artistas como Cabizbajo, No Regular Play, 2 Dandys, entre otros. Se dejó un espacio libre al centro frente a los Dj’s con el objetivo de tener un lugar amplio que permitiera a los asistentes bailar, colocando periqueras alrededor para que las personas tuvieran un lugar en donde sentarse o dejar sus tragos. Este lugar estuvo lleno de asistentes durante la segunda parte del festival y fue testigo de una “pachanga” digna de repetirse anualmente.
El Miikaella Fest fue un evento digno de un festival en su primer edición y cuya propuesta tiene potencial para crecer y cada año tener presencia de un mayor número de personas, así como de artistas de clase mundial. En Aballoon nos encanta conocer propuestas nuevas y ver cómo crecen año con año.
¡Muchas felicidades al Mikaella Fest!